Sorprendente sesión en el aula de 3 años

Los más peques no dejan de sorprender. Su capacidad de aprendizaje supera muchas veces cualquier espectativa, y se rige por cauces que, la mayor parte de las veces, hacen que nuestra intervención sea el agente menos decisivo. Hoy, Nerea (que hace su primer periodo de prácticas con nosotros), grabó un trozo de una sesión que da para pensar. 

Todos los días, las rutinas (calendario, asistencia, etc.) nos ponen en situación de contar, secuenciar, familiarizarnos con los números, ... Los peques acaban conociendo nuestros números a partir de la observación, y reconocen su “figura”. Así, es frecuente que identifiquen números de dos cifras que han visto muchas veces en el calendario: por ejemplo, el 13 (que, además, es el que cuenta a la “familia completa” cuando no falta nadie a clase). 

La situación hoy cambió. Escribíamos los números que definen en centímetros su estatura (que habíamos medido días atrás). Se presentaban, pues, números de dos cifras y, la mayoría, de tres. No se espera que los conozcan, lógicamente, pero el proceso fue curioso.

 Yanis, nuestro pequeño argelino, nos ha demostrado más de una vez que, pese a su corta edad, tiene una enorme destreza matemática.  Reconoce y nombra con facilidad cualquier número de dos dígitos ( máxime teniendo en cuenta que, mucho antes que el español, dominaba en su ámbito familiar el árabe, el inglés y el francés). Hoy nos sorprende una vez más nombrando sin ninguna dificultad los números de tres cifras con 1 centena. Nela, sumamente observadora, “pilla” rápidamente la estrategia y comienza a nombrar los que tienen solamente 1 centena y unidades ( si la decena es diferente de 0 se pierde, pero aprende sin ninguna indicación por mi parte a leer 107, 102,... sólo observando a Yanis.

Decido dar un paso más para comprobar la habilidad de Yanis, y le escribo algún número de 2 centenas.. Ahí duda, pues su dominio de la lengua española aún no es lo bastante grande (aunque avanza a pasos agigantados). Pero encuentra una solución...los nombra en perfecto inglés : 223 es Two hundred twenty three..

Sigo convencida de que, limitar a estas edades vocabulario, frases, información, pensando en adecuarlos a su edad, es lo peor que se puede hacer. Sus mentes son auténticas esponjas. Y muchas veces, la mejor fuente de aprendizaje es su insaciable curiosidad y la observación de sus iguales.