Muchas cosas han tenido que cambiar este año, demasiadas tal vez. La forma de acudir a nuestro bosque también ha cambiado, ya no podemos visitarlo en compañía de compañeros y compañeras de otras clases, ni los mayores podemos enseñar a los más pequeños a descubrir los secretos escondidos ni los pequeños vigilar a los mayores para seguir sus pasos... pero aún así nuestro bosque está ahí, nos necesita y nosotros a él así que cada semana lo visitamos al menos un par de días.
Es una fuente inagotable de recursos: piedras, frutos y hojas...Elementos que recogemos, clasificamos y almacenamos para su uso en diferentes actividades ya dentro del aula. En este primer trimestre centramos nuestras visitas en su puesta a punto tras tenerlo tan solito y abandonado durante tantos meses. Utilizamos las distintas herramientas para las labores de cuidado, recogemos hojas que nos cierran el paso, limpiamos jardineras, retiramos palos y piedras... Y también dedicamos un ratito de cada visita a conocerlo un poquito mejor: vemos el roble, el castaño con sus hojas, erizos y castañas... Y como no, a jugar y jugar al aire libre tan preciado en estos tiempos que corren.
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