Dando
respuesta al objetivo de descubrir y participar en las manifestaciones
sociales, culturales y artísticas de nuestro entorno desarrollando una actitud
de interés y aprecio hacia el patrimonio cultural asturiano, y fieles a nuestro
trabajo a partir de actividades de la vida cotidiana, cada año cuando se acerca
el fin de trimestre trabajamos en las aulas en torno a la tradición primaveral
de la ciudad en la que vivimos, Avilés, y declarada de interés turístico nacional
allá por 1972: La fiesta de El Bollo.
Este bollo ancestral evoluciona
hasta el dulce que conocemos hoy y se convierte en el símbolo gastronómico de
esta fiesta fundada en 1893 para celebrar la llegada de la primavera. Aunque es
frecuente encontrarlo durante todo el año en las confiterías asturianas lo
suelen regalar los padrinos y madrinas a sus ahijados/as el domingo de Pascua.
En
las aulas adaptándonos a cada nivel se investiga sobre el origen de esta
tradición, trabajamos aspectos de la lógico matemática como el conteo, tamaño y
forma en relación a los pisos del bollo y sus adornos; la lectura y escritura a
partir de los ingredientes y receta, o aspectos artísticos como el dibujo y
modelado en plastilina recogiendo esa visión particular de nuestros niños y
niñas desde su perceptiva infantil y creativa.
Valorando
la familia como principal fuente transmisora de tradiciones y costumbres una
vez más solicitamos su colaboración y pedimos alguna voluntaria por grupo para
que nos hagan un delicioso bollo mantecado para traer a clase. No os imagináis
que motivador resulta para los pequeños una actividad así. En nuestra fiesta
fin de trimestre reunimos los bollos y los degustamos todos y todas juntas:
maestras, alumnado y familias. ¡Así sabe mejor aún!
Los moldes son de lo más originales, con forma de trébol de 4 hojas hechos de hojalata y que se pueden encontrar en las ferreterías de Avilés. Si no los tenéis, que pueda ser lo más probable, podéis hacedlo con moldes de bizcocho normal, redondo o cuadrado.
INGREDIENTES:
Importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.
RECETA:
Desmoldamos y dejamos enfriar para poder ponerle el glaseado.
En
esta ocasión tan excepcional que estamos viviendo nos vamos a quedar sin
saborear el mantecado, pero no queremos fallar a la tradición y para cerrar
este trimestre os planteamos un nuevo RETO:
¿Por
qué no nos convertimos en familias reposteras y nos animamos a hacer un Bollo o
Mantecado de Avilés como manda nuestra tradición? Puede ser divertido y
ponemos en práctica esas orientaciones de lectura y escritura y lógico
matemática de las que hablamos con la receta, los ingredientes y sus
cantidades. Podemos incluso prepararnos un gorro de pasteleros y pasteleras
y... ¡Manos a la masa!
No
dudéis, seguro que saldrá fenomenal y la experiencia con vuestros hijos e hijas
va a ser muy dulce y divertida.
Como
siempre os decimos, estaremos esperando vuestras fotos del antes, durante y
después. Haremos una entrada para compartir las fotos recibidas y así compartir
el momento. No estáis solas. webmarcostorniello@gmail.com
A
continuación, os dejamos la receta e
ingredientes:
Aunque
hay muchas maneras de hacerlo, los ingredientes siempre son los mismos (unos
baten los huevos con el azúcar, así sabe más abizcochado; otros, la mantequilla
la ponen al final...). Según lo hagas sabe de distinta manera, pero siempre
delicioso.Los moldes son de lo más originales, con forma de trébol de 4 hojas hechos de hojalata y que se pueden encontrar en las ferreterías de Avilés. Si no los tenéis, que pueda ser lo más probable, podéis hacedlo con moldes de bizcocho normal, redondo o cuadrado.
El
Bollo tiene la singularidad de que va recubierto de un glaseado de azúcar y es
tradicional adornarlo con flores de oblea, plumas, pollitos y con figuras de
chocolate en clara alusión a la primavera. Pero que no cunda el pánico, los
adornos van dirigidos a los más pequeños así que imaginación al poder y
adornarlo con lo que a ellos les gusta. Este año será un Bollo excepcional como la situación que vivimos y a la que vamos a poner una dulce sonrisa.
Importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.
MANTECADO
750 gr de MANTEQUILLA
750 gr de HARINA
750 gr de AZÚCAR
750 gr de HUEVOS
PARA EL GLASEADO
100 gr de AZÚCAR GLASS
3 CUCHARADAS DE LECHE
PARA LOS ADORNOS
125 gr de ALMENDRA
4 YEMAS DE HUEVO
2 CUCHARADAS DE AZÚCAR GLASS
HORNO
GRADOS: 170º-180º (ARRIBA Y ABAJO)
RECETA:
Batimos la mantequilla con el azúcar unos 20 minutos hasta que quede una crema suave.
Vamos añadiendo las yemas de los huevos una a una y no añadimos una hasta que no se haya integrado la primera. No se puede dejar de batir hasta que no se echen todos los huevos en la masa, así queda más esponjosa.
Añadimos la harina poco a poco para que no se formen grumos. Batimos las claras a punto de nieve y mezclamos con movimientos envolventes para que no se baje la masa.
Metemos en los moldes previamente engrasados (con un poco de mantequilla). Y los metemos al horno precalentado y a unos 170º para que se haga poco a poco en una hora aproximadamente. (A los 40 minutos pinchar para ver si el palillo sale limpio. Si es así, lo sacas).
Ponemos en un bol azúcar glas y añadimos leche o agua muy poco a poco hasta que tengamos una crema espesa con la que bañaremos el bollo dejando que escurra por los laterales.
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