Hay múltiples alternativas que quienes educamos tenemos para distribuir el tiempo escolar, considerando siempre que todo el tiempo es educativo. Ahora en vuestras casas más que nunca estáis en el papel y debéis estar tranquilas y tenerlo muy presente: todo el tiempo es educativo, lo estáis haciendo genial. Y para haceros más visible esa afirmación os mostramos cómo lo que hagáis desde vuestras casas no ha de diferir de lo que vuestros hijos e hijas hacen en el cole.
Un recuerdo de nuestros momentos de trabajo y juego en el aula.
Colaboremos en la adquisición de buenos hábitos y rutinas aprovechando que las prisas del día a día no nos agobian: Parece más que conveniente mantener en la medida de lo posible una rutina de sueño, acostarles y levantarles a una misma hora. A primera hora trabajando el aseo, la autonomía a la hora de vestirnos (podemos cambiar nuestro pijama por ropa de estar por casa, un chándal... y también los playeros aunque no vayamos a salir a la calle).
Un desayuno saludable, ¿Recordáis cómo nos gustó la experiencia? Es el momento de repetirla cuantos días queráis ahora sin disculpa de tener que salir corriendo al cole y es una actividad de aprendizaje más en el día. Tras ese desayuno podéis organizar vuestra pequeña asamblea: Hablar de cómo hemos dormido, cómo nos sentimos, recordar porqué no podemos salir a la calle y que esta situación es transitoria (volveremos al cole, a ver a los amigos y amigas, a jugar en el parque o visitar a los abuelos...). Seguro que hay algunas normas para estar en casa que es bueno recordar, y este es el momento: usemos palabras amables, sin gritar; Los ruidos que molesten a las demás personas no hay que hacerlos; Nos desplazamos caminando salvo que estemos jugando a...; Es más bonito tener las cosas ordenadas cuando no las estemos utilizando...
También en este momento podemos planificar juntos el resto del día ofreciéndolos diferentes actividades a escoger (En este punto debéis tener en cuenta vuestro propios horarios que sabemos que aún estando en casa también tenemos, de forma que esa planificación que hagamos con los y las peques sea realista y efectiva). Aquí os dejamos algunas ideas por si se nos agotan:
Los niños y niñas de infantil necesitan cambiar periódicamente de actividad y también disfrutar de momentos de descanso. Y aunque nos cueste creerlo, los momentos de juego lo son.
Conviene recordar que los momentos lúdicos no siempre requieren de material específico o estar dirigidos, ya que los propios niños y niñas convierten de forma espontánea, más aún en estas edades, una actividad en entretenimiento sin necesidad de intervenir el adulto.
"Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando" (Francesco Tonucci).
Importante planificar ese tiempo de juego y también el tiempo de no hacer nada, de aburrirse. ¡Mamá! ¡Papá! Me aburrooo. Recordad: El que los más pequeños tengan que buscar por sí mismos actividades que les saquen del aburrimiento les hace más flexibles cognitivamente, más creativos y resolutivos.
Gracias vamos a por el sexto día!!!
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